Los usos que se le puede dar a DropBox son muchos y variados. En primer lugar, uno de los usos más frecuentes es el de almacenar en Internet (en “la nube”, como suele decirse) toda aquella información, datos y archivos que queramos, con el fin de tener acceso a ellos sin necesidad de hacer uso de dispositivos adicionales como los Pen Drives u otros almacenamientos de datos USB.
Por otro lado, también se utiliza en proyectos conjuntos, ya que facilita mucho el trabajo en equipo. Pon por caso que trabajas con otras dos personas en un mismo proyecto, y las tres necesitáis estar al corriente de los avances de los compañeros en tiempo real. Con DropBox, puedes ir guardando las copias de tu parte del proyecto en una carpeta destinada a ello, y automáticamente tus compañeros tendrán acceso al archivo.
Al hilo de lo anterior, también puedes utilizarlo para compartir archivos y documentos con tus amigos. Sólo tenéis que especificar que todos tendréis acceso a la misma carpeta, y cualquier archivo que se cuelgue en dicha carpeta será accesible para todos. De esta forma, si quieres compartir con tus amigos vídeos, juegos o cualquier otro tipo de entretenimiento, podrás hacerlo de forma instantánea, sin tener que colgarlo en una página web o un servidor de Internet donde tendrás que esperar a que se suba el archivo para que luego tengan que volver a descargarlo tus amigos.
Por último, también puede emplearse para mantener copias de seguridad de archivos o documentos que no queremos perder. ¿Cuántas veces has querido recuperar un archivo que tenías guardado en un Pen Drive y, casualmente, éste ha desaparecido? ¿Cuántas veces tenías documentos importantes en tu ordenador y se te ha estropeado, perdiéndolos para siempre? Con DropBox, eso ya no te ocurrirá más: teniendo una copia de seguridad almacenada en Internet, tus documentos y archivos más importantes siempre estarán disponibles desde cualquier lugar y en cualquier momento.
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