Ganar más dinero trabajando como freelancer no tiene que ver, necesariamente, con conseguir más clientes o cobrarles más a los que ya tienes. Lo cierto es que, para empezar a ganar más dinero como freelancer, tienes que empezar a optimizar tu negocio.

En este artículo te explicaré algunas técnicas y algunos pasos que puedes dar para optimizar tu negocio como freelancer, sea cual sea. De este modo, conseguirás cerrar más proyectos y ganar más dinero.

Así que, allá vamos…

  1. Deja de llamarte a ti mismo Freelancer

Es un paso imprescindible. Y sí, a veces es difícil dejar de llamarse a sí mismo Freelancer, sobre todo en España. ¿Sabes por qué? Porque como es una palabra en inglés, parece que suena bien, y que ganamos caché. Pero no es cierto. Es muchísimo más efectivo que empieces a llamarte a ti mismo “consultor”, “estratega”, “profesional”, “auditor”,… palabras que realmente señalen que eres un experto.

freelanceCuando alguien dice ser un freelancer, la primera idea que viene a la mente es la de un chico que apenas alcanza la mayoría de edad tratando de ganar un dinero extra durante las vacaciones. No es una palabra que transmita profesionalidad. De hecho, en España, incluso la palabra autónomo parece tener mayor seriedad que la de freelancer. Y esto no quiere decir, tampoco, que debas emplear la palabra autónomo. Es solo para que comprendas el poco valor que tiene que se te identifique como “freelancer”.

Debes darte cuenta de la diferencia entre presentarte a un cliente y decir “Soy un diseñador freelance” o “Soy un redactor freelance”, y presentarte diciendo “Soy un consultor de diseño” o “Soy un estratega de contenidos”. La diferencia entra por los ojos, ¿verdad?

Cuando utilizas el término freelance, estás devaluándote a ti y a tu trabajo. Además, estás dando la imagen de una menor seriedad y poca confianza. Haz las cosas bien. Adopta una actitud seria y profesional, y transmítela.

  1. Cuando ofrezcas el precio, hazlo con una estrategia ganadora

Por ejemplo, suele ser una mala idea informar del precio por el que estás dispuesto a realizar el trabajo después de una larga conversación por email.

Enviar un presupuesto por email no es lo más profesional, ni lo más organizado. No solo puede parecerle al cliente poco serio, sino que, además, ese email puede perderse entre la inemnsa cantidad que se reciben a diario.

Debes adoptar una actitud más seria y profesional, y elaborar presupuestos fiables. Si dispones de una web, utilízala. Si no dispones de ella, es preferible que crees un PDF bonito, con el logo de tu empresa (aunque tu empresa seas tú), con un detalle del precio y los impuestos, etc. y se lo entregues. Eso siempre será mejor que plantear por email en texto plano: “Todo lo que me pides te lo puedo hacer por X$”.

A continuacion, te indico algunos elementos que puedes incluir en tu presupuesto para que tenga una apariencia más profesional:

  • Fases del proyecto.
  • Precio por cada fase.
  • Un enlace al documento del proyecto con las necesidades del cliente. Señala con claridad que el presupuesto cubre lo que aparece en dicho documento, y que lo que tengas que hacer fuera de dicho acuerdo, se cobrará como un extra.
  • Plazos de cumplimiento aproximado (cuánto tardarás en cada fase y qué día calculas que podrás entregarlo).
  • Pago por anticipado requerido para empezar el trabajo (si existiera).

La razón de plantear este tipo de presupuestos es, sencillamente, que los clientes suelen mirar varios precios al mismo tiempo. Si tú transmites la sensación de profesionalidad, detallas el precio de cada fase, y determinas las cosas con claridad, tendrás más posibilidades de que te adjudique a ti el proyecto.

  1. No cobres por hora

Utilizar un precio por hora, tiene algunos problemas muy claros:

  • Tú mismo colocas un techo al dinero que puedes ganar cada hora.
  • Hay un número límite de horas en un año, lo cual automáticamente limita tus ingresos.
  • Colocar un precio por hora fomenta la negociación y el regateo.
  • Si trabajas rápido, te estás vendiendo barato.
  • Estás vendiendo tiempo y no resultados, cuando lo que están comprando los clientes son resultados.

Trata de no cobrar por hora, sino por proyecto. Si defines las diferentes fases del proyecto y les asignas un precio, el cliente no sabrá cuánto tiempo le dedicas a cada fase, por lo que no tienes que regatear, y puedes aumentar los ingresos por hora.

  1. Cobra por proyecto

Cobrar por proyecto tiene varias ventajas. La más evidente, es que el cliente obtiene de forma clara y definitiva el precio total que va a tener que asumir. No hay discusión.

Si le planteas el precio en horas de trabajo, su respuesta será: “Tal persona me lo hace por la mitad de precio”, y no le importa si dicha persona va a tardar cuatro veces más (lo que conduciría a que el precio final fuera del doble que el que tú le ofreces).

Es por ello que no debes plantear los precios en virtud de las horas que vayas a dedicarle al proyecto, sino en virtud del proyecto en sí mismo. De esta forma, el cliente no contrata a una persona para que trabaje X horas, sino que contrata a una persona para que realice un trabajo que le va a reportar beneficios.

Te ahorras varios problemas de golpe.

  1. Cobra por semana o mes

Cobrar por semana o mes también puede ser una buena opción (aunque, personalmente, prefiero cobrar por proyecto). La ventaja de cobrar por semana o mes es que tú y el cliente marcáis una serie de objetivos semanales o mensuales, y todo se reduce a cumplir dichos objetivos a cambio del dinero pactado. Las horas que trabajes durante ese plazo de tiempo, no son de la incumbencia del cliente.

Última modificación: Feb 4, 2015

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