Existe una cierta tendencia a pensar que, cuando se alcanza la primera posición en los buscadores (o una cercana), la labor de SEO que venimos realizando desde hace tiempo, puede darse por concluida. Nada más lejos de la realidad. De hecho, cuando se alcanza la primera posición hay que estar muy atento a lo que sucede bajo nosotros en los resultados de búsqueda.
Primera posición, la competitividad crece
Y es que, cuando alcanzamos el primer lugar en el buscador por una determinada Keyword, suele suceder que la competición que tenemos con el resto de páginas crece. Esto es normal, ya que las páginas que aparecen en el segundo o tercer lugar son, también, páginas de gran calidad que, probablemente, merecerían tanto como nosotros (o más, en la mayoría de casos) la primera posición, al menos, así debería ser en virtud de los contenidos que ambos aportamos.
Es por ello que, aunque nos relajemos un poco en la obtención de enlaces entrantes, ya que muchos nos llegarán de forma natural, tenemos que seguir trabajando en ello con dos objetivos. El primero, que nuestra posición siga siendo fuerte. Y el segundo, que Google no se dé cuenta de que la obtención de enlaces cuando estábamos en puestos más bajos era artificial.
Por otro lado, cabe preocuparse por el SEO negativo, ya que las primeras páginas suelen ser las más afectadas por este tipo de prácticas, con el objetivo de que las secundarias consigan escalar hasta arriba y quitarnos el puesto. Por esta razón, deberemos ser capaces de prevenir la entrada masiva de enlaces de mala calidad, el marketing negativo en las redes sociales, y los defaceos y los enlaces DDoS, los cuales nos podrían hacer perder reconocimiento por parte de Google.
Como puedes ver, cuando se alcanza la primera posición, podemos relajarnos un poco, pero no olvidarnos de realizar SEO. De lo contrario, es probable que volvamos a bajar posiciones.
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